Wedding Coaching – El complemento al Wedding Planner.

¿Cuándo hablamos del concepto Wedding Coaching, a qué nos estamos refiriendo?


Actualmente cualquier evento en general y una boda en particular, tiene un objetivo claro. Crear una experiencia a todo aquél que la viva. Nos mueven las emociones, las sensaciones, aquello que nos estremece y nos eriza. Por eso, la figura del Wedding Planner puede quedarse corta si no se cuenta con un plus que tenga en cuenta este valor añadido que como profesionales debemos aportar a las parejas. Ha sido una una tendencia en crecimiento en Europa y América del Sur, en la que se atiende esa extraña combinación de felicidad y estrés, por lo tanto, el manejo de los sentimientos de los novios, es de lo que se encarga un Wedding Coach.

La oferta convencional con la que actualmente se encuentran los novios, es un pack en el que la palabra personalización pierde todo su significado. Con lo cuál, la figura del Wedding Coach ni de lejos aparece.

Los paquetes básicos a los que nos referimos suponen a priori una facilidad para los novios en la que se garantiza que dentro de un presupuesto, en ocasiones ajustado, entren todo tipo de detalles y prestaciones. Sin embargo, la realidad es que con estas opciones los novios NO están decidiendo.

Un verdadero profesional debe dedicar tiempo y esfuerzo a cada pareja por separado. Debe entender que cada boda tiene una esencia y debe contar con ese sexto sentido que le hará destacar.

Durante todos estos años en el sector, más de 20, hay una frase que se ha repetido en boca de los novios. “Nos ha calado a la primera”, me han dicho en muchas ocasiones. Esto se debe a la complicidad y a la confianza que ha ido generando nuestra relación. Desde el principio he intentado hacer equipo con cada pareja. Observarles, escucharles, mirarles de reojo para entender. Su complicidad debe ser también la mía. Si una Wedding Planner se dedica solo a organizar, hay flecos que siempre quedarán sueltos.

Me encanta sentir con vosotros, saber que vamos por el camino adecuado cuando os emocionáis. Y yo con vosotros, claro.

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