Los que no se debe hacer. Errores comunes en la organización de la boda.

El primer gran error que se comete a la hora organizar una boda tiene que ver con la idea de que los novios pueden ocuparse de todo sin ayuda o si la requieren, creer que será suficiente con la implicación de algún familiar o amiga de la novia a la que le guste ‘montar saraos’. ¡Error!

Como en cualquier otro evento es necesario que intervenga un profesional que se encargue principalmente de ordenar ideas, para más tarde crear junto con la pareja de novios esa día tan especial que siempre han imaginado. Ordenar, organizar, crear.

Hoy en día cuando los novios vienen a verme llegan con un montón de ideas sacadas de Internet. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente es ¡un caos!. Toda inspiración es buena, nos ayuda a contemplar nuevas opciones, a imaginarnos en un escenario concreto, a descartar aquello que habíamos contemplado en principio, pero para la mayoría de parejas supone una lluvia de ideas llena de contradicciones que no ayuda a crear su propia boda.

Pero empecemos por el principio. ¿En qué lugar va a celebrarse vuestra boda? Para escoger el sitio primero nos tendremos que preguntar cómo queremos que sea nuestra boda. Tendremos que definir el estilo, la temática si la tiene, es decir, definirla y trabajarla.

Si no nos paramos a pensar en esto, puede que escojamos un sitio para casarnos que no tenga nada que ver con esa idea de boda que tenemos en la cabeza. Así que empezamos mal y sin coherencia a organizar.

Si no nos hemos parado a pensar en esto, evidentemente tampoco nos podemos poner a comprar o alquilar muebles. ¡Habéis leído bien!. A veces nos hemos topado con novios que llegan con un mobiliario muy específico y ni siquiera saben cómo va a ser su boda, o puede que sí que lo sepan pero esos muebles no tienen nada que ver con ese estilo. ¡Calma, no tengáis prisa en hacer cosas!.

En general y según nuestra experiencia hay una diferencia muy notable entre una boda que ha sido coordinada por una sola persona a una boda que cuenta con muchos proveedores, cada uno contratado de una manera diferente y para un fin distinto. En las bodas en las que hemos tenido el placer de coordinarlo todo, los imprevistos juegan una papel muy secundario, y si los hay tenemos la experiencia y recursos materiales y humanos necesarios para paliarlos. Cuando he realizado mi papel como Wedding Planner, los novios han llegado al gran día mucho más relajados porque tenían la certeza de que todo estaba controlado. ¡Qué gran satisfacción por otra parte para mí!

Podríamos extendernos mucho más y contaros anécdotas divertidas a la par que increíbles pero solamente os queremos dar un consejo más. Contad con un profesional que se encargue de todo y vosotros dedicaros a llegar al gran día lo más descansados y tranquilos posible. Ese día tenéis que ofrecer a vuestros invitados la mejor versión de vosotros mismos y disfrutar con ello, sin más.

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