La boda de Jose & David

Todavía estoy analizando la maravilla de boda de este fin de semana.
Jose y David se han casado.
¿Cómo podría transmitir todo lo que he vivido estos días preparando su Gran Día?
Voy a intentarlo.

Llegamos el jueves, 1 de diciembre.
Hacía frío.
En AldeaRoqueta hace mucho frío pero su encanto es inmensamente cálido.
Ya habíamos visitado el lugar unas semanas antes porque al ser nuevo para mí,
quería tenerlo bien visto para diseñar la decoración de cada rincón.
El día transcurrió rápido y nos sirvió para ubicarnos y descargar todo el material.
Cuando cae el Sol se divisa otro paisaje, y los rincones de la aldea parecen otros.
Con el amanecer del día siguiente empezamos temprano a montar los diferentes espacios.

¿La temática? La Navidad.
A ellos les encanta esta época del año y tenían muy claro que su boda estaría ambientada
en tonos rojos, dorados, árboles de Navidad, ‘pascueros’ como llaman ellos a las plantas de Pascua, incluso villancicos para la bienvenida de los invitados.
Pero eso no es todo. Si esta es la parte visible de la Navidad, el Espíritu que envuelve esta época del año lo ponían ellos con su dulzura, su cercanía, su generosidad y su mirada atenta a todo.
Y es que esta pareja es pura magia.
Uno es mimoso, carismático pero también reservado.
El otro es pura emoción, intensidad.

El día de la boda se despertaron temprano.
Desayunaron tranquilos.
No sabéis lo especial que fue para mí darles los buenos días a los dos.
No es algo que habitualmente pase.
Pero es que en esta boda todo ha sido diferente, único y especial.

Y llegó el Gran Día.
Salieron de la habitación, primero David, después Jose.
Espectaculares.
Radiantes.
Nerviosos pero con temple.
Cinco grados llenos emoción y un Sol tímido que quiso ser invitado a la boda.
Palabras de amor que amigos y familiares les dedicaron y que casi no podían
ser pronunciadas por el dichoso nudo en la garganta que no dejaba articularlas.
Y en mi garganta también ese nudo.
Lo confieso.

Como se dijeron en los votos, el amor tiene que triunfar en todas sus formas.
Y ese día triunfó.
Y lo pudimos ver, escuchar y sentir todos los que estábamos allí.
No tengo palabras para agradecer vuestra confianza en mí. ¡Y ese detalle tan especial!
Porque hemos formado un bonito equipo para hacer realidad la boda de vuestros sueños.
Vosotros sois simplemente amor, queridos Jose y David.

Aquí va una primera pincelada de tantas cosas que os quiero contar.

Gracias.